Ajax y Juventus se medirán en los cuartos de final de Champions League. Un enfrentamiento apasionante entre dos estilos totalmente distintos. La juventud holandesa se mide ante la experiencia italiana. Dos equipos que no tienen nada en común, pero que la Champions los ha emparejado con un mismo objetivo.

David contra Goliat, el dinero contra el talento, juventud contra experiencia… El partido entre Ajax y Juve se podría titular de muchas formas. Todas estarían en lo cierto. Pero en esto del fútbol anticipar los hechos no sirve de nada. Creer que esta será una noche cualquiera no es más que otro resoplido soberbio de aquellos que anhelan una liga europea.

Para el Ajax, aunque es el equipo que más partidos ha jugado esta temporada, esta no será una jornada más. El equipo holandés debutó en la presente competición en julio, ante el Sturm Graz. Fue la primera de las tres rondas que tuvo que superar para colarse en el bombo. A su paso dejó también a Standard Lieja y al Dinamo Kyiv.  Por aquellas fechas los Tadic, De Jong y compañía ya empezaban a dejar destellos de su mayor característica: la personalidad.

Durante las últimas temporadas la Juventus de Turín se ha preparado poco a poco para asaltar la Champions. Tras caer recientemente ante Barcelona y Real Madrid, recurrieron al hombre que todo lo puede lograr: Cristiano Ronaldo. El portugués demostró ante el Atlético que sigue siendo diferencial y, quizás, sea el único jugador junto a Leo Messi capaz de cambiar el rumbo de los partidos en las noches estrelladas. Porque si hay algo que distingue a la Champions del resto de competiciones, es que aquí el contexto importa poco, el dinero deja de valer y lo que se impone es la calidad. Los buenos ganan. Casi siempre.

Juventus y Ajax protagonizan una eliminatoria que, en julio, mientras muchos jugadores de la Juve descansaban, nadie se imaginaba. Ni el mayor de los forofos tulipanes serían capaces de imaginar esta andanza. Y en ella Ten Hag ha dejado rastro de dos apuntes claros: su fútbol es siempre ofensivo y sus jugadores son siempre atrevidos.

El Ajax ha juntado a una generación maravillosa de futbolistas difícil de repetir. Y ya no es solo el talento joven, también importa el talento veterano. No se podría entender lo que sucedió en el Santiago Bernabéu sin Dušan Tadić. El serbio partió desde una posición que ha ido perfeccionando a lo largo de la temporada. Ten Hag ha dado de lado a la posición del puro “9” que ocupaba Huntelaar en busca de potenciar uno a uno a sus mejores jugadores. Así, Tadić se maneja entre líneas, aportando la inteligencia que la edad le ha ido dando para realizar los movimientos que beneficien a Ziyech y David Neres. Por detrás, Van Den Beek pone la peligrosa llegada desde atrás, y De Jong aporta la calidad de un centrocampista llamado a reinar en Europa.

Ajax y Juve son antítesis. El bueno y el malo. El pequeño contra la gran potencia económica de Italia. Pero en Champions puede pasar de todo. Para que el Ajax gane, quien no debe aparecer es Cristiano Ronaldo. El portugués es capaz de definir eliminatorias en pocos minutos. Y si Cristiano aparece, poco podrá hacer el Ajax. No obstante, en el ida y vuelta que propondrán los holandeses, centrando el juego en el ritmo alto y el intercambio de golpes, la Juve también puede sufrir. Cuando el Ajax se hace con el control del balón y marca su ritmo -lo vimos ante el Madrid– se convierte en un dominador nato, y ahí el trabajo de Matuidi e incluso un segundo hombre de contención será fundamental. El francés tendrá que vigilar las apariciones interiores de Ziyech para evitar que los de Ten Hag realicen superioridades numéricas por dentro y mareen a la Juve.

La Juve es clara favorita en este envite. Y no es para menos. Los de Allegri son la escuadra que peor le podía venir a este Ajax. Capaz de plantear varios partidos totalmente distintos y, sobre todo, capaces de matar la eliminatoria aprovechando los errores del Ajax. Y es que, aunque los holandeses cuentan con el amor del público neutral, ante el Madrid demostró ser un equipo que no entiende otra idea que no sea la de proponer y, por tanto, la de exponerse. Si hay un equipo capaz de penalizar los errores esa es la Juventus. Y si hay un hombre al que le gusta ser juez, jurado y verdugo, ese es Cristiano Ronaldo.