Resultaría muy extraño que Ajax y Tottenham Hotspur regresasen a corto plazo a unas semifinales de Champions League. Y más raro sería aún que su rival en ellas no fuera un grande europeo, un favorito a ganar la competición. Por ello, ingleses y neerlandeses se encuentran ante una oportunidad de las que se presentan solo una vez en la vida.

El viaje del Ajax hasta esta ronda ha sido muy sorprendente. Los problemas que pusieron al Bayern en la fase de grupos no fueron más que la antesala de las exhibiciones de los ajacied ante Real Madrid y Juventus: dos de los grandes candidatos a alzar la Orejona.

Por su parte, el Tottenham eliminó cómodamente al Borussia Dortmund en octavos, pero le costó más imponerse al Manchester City en el duelo británico de cuartos de final. Los fallos defensivos de los de Guardiola -sobre todo, de Aymeric Laporte– condenaron a los citizens a otra eliminación ante un equipo inferior. La épica dio el triunfo a un club que no se gastó ni un solo euro en fichajes el pasado verano y que, aun así, está firmando una temporada histórica.

Es complicado saber quién pasará en esta eliminatoria. Las bajas de los londinenses y las fantásticas sensaciones de los holandeses en rondas anteriores provocan que los de Ten Hag sean los favoritos para el gran público. Sin embargo, no debemos olvidar que el Ajax es un equipo débil a nivel defensivo y que juega semana tras semana en una anticompetitiva Eredivisie, si la comparamos con las grandes ligas. La sociedad futbolística probablemente esté sobredimensionando, por la posibilidad de que un histórico regrese a una final de Champions, las posibilidades de los de Amsterdam.

Si Pochettino tuviese disponibles a todos sus hombres el Tottenham sería claro candidato a estar en la final del Metropolitano. Su problema es que Kane, su mejor jugador, cayó lesionado en la ida de los cuartos. Tampoco podrán jugar Winks, Aurier o Lamela; y otros como Vertonghen o Sissoko están tocados. Por su fuera poco, el probablemente mejor futbolista asiático de la historia, Son Heung-min, se pierde el choque de ida por acumulación de amonestaciones. El surcoreano sustituyó a Kane en el Etihad y salvó a los spurs. La alternativa arriba hoy la tomarán Moura o Llorente, flanqueados por Alli y Eriksen en tres cuartos. La duda reside en si Pochettino preferirá un falso 9 como Moura, o un ariete más fijo como Llorente, quien anotó el tanto definitivo ante el Manchester City. Además, el técnico argentino puede apostar por jugar con cinco defensas en vez de cuatro, sea para tapar su falta de efectivos en la delantera o para intentar frenar al Ajax -algo que no lograron Bayern, Real Madrid o Juventus– de una manera alternativa.

Los de Erik ten Hag, en cambio, están todos disponibles. Con la única duda de quién ocupará el lateral derecho –Mazraoui o Veltman-, los neerlandeses podrán jugar con su once de gala. Es decir, el que completan Onana, De Ligt, Blind, Tagliafico, Schöne, De Jong, Van de Beek, Ziyech, Neres y Tadic. Desde que el serbio ocupa la punta del ataque ajacied, los resultados del equipo han mejorado ostensiblemente.

El Ajax es un equipo que destaca por dos aspectos: su juventud, pese a haber incorporado el pasado verano a dos jugadores fogueados en Premier, Blind y Tadic; y su talento. Las asociaciones en tres cuartos de los de Amsterdam no las ha realizado ningún otro equipo en la presente Champions. Hemos presenciado jugadas que, ciertamente, recuerdan a épocas mejores del Ajax. En el debe de los neerlandeses queda, eso sí, el rigor defensivo, pese a la fortaleza que muestra el aún adolescente Matthijs de Ligt.

No queda claro a quién favorecería un intercambio de golpes, pero la baja del veloz Son puede inclinar la balanza, al menos para la ida, hacia el lado de los Ziyech, Neres, Tadic, De Jong, Van de Beek y compañía. El vértigo del Ajax ya hizo mucho daño al Real Madrid. Enfrente, no obstante, tendrán probablemente a Lucas Moura proyectado por Eriksen y Dele Alli. Por tanto, es otro equipo que se maneja muy bien con espacios. Los nervios, sobre el papel, podrían afectar más al inexperto cuadro neerlandés, pero en situaciones así nunca se sabe.

57 años han pasado desde que el Tottenham alcanzó por última vez las semifinales de Champions. En el caso del Ajax, 22. Se trata de un enfrentamiento totalmente inesperado y de prónostico incierto. La pujanza de las nuevas generaciones frente a un proyecto consolidado pero no planeado para llegar tan lejos. En juego, más que una final de Liga de Campeones. Se trata más bien de coger un tren que solo pasa una vez en la vida.