Ha pasado ya una semana desde que Rafael Nadal Parera mordiera su duodécima Copa de los Mosqueteros en la Philippe Chatrier. Con ella, superó a la australiana Margaret Court -once veces ganadora del Open de Australia- y batió un récord más: Rafa es la persona que más veces ha ganado un mismo Grand Slam. Doce.

Desde que venciera a Mariano Puerta en 2005, Nadal solo ha perdido dos partidos sobre la arcilla parisina. El primero, ante Robin Soderling en octavos de final en 2009; el segundo, frente a Novak Djokovic, en los cuartos de 2015. Cuatro títulos enlazó de manera consecutiva entre su primera victoria y 2008, y cinco entre 2010 y 2014. Tras su vuelta del infierno de las lesiones y la consecución de su décimo Roland Garros en 2017, el manacorí lleva ya tres seguidos. No cabe duda de que sobre tierra batida nunca jamás ha habido nadie como él.

Sin embargo, su reinado se extiende más allá del polvo de ladrillo. Nadal es uno de los ocho tenistas en la historia que han ganado los cuatro Grand Slam junto a Fred Perry, Donald Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi, Roger Federer y Novak Djokovic. El deportista mallorquín acumula en su palmarés, además de doce Roland Garros, tres US Open, dos Wimbledon y un Open de Australia. Es decir, suma dieciocho grandes. Solo le supera, con veinte, el que probablemente sea el mejor tenista de la historia: su amigo Roger Federer. Sin embargo, a diferencia del suizo, Nadal suma también dos medallas de oro olímpicas. En Pekín 2008 la consiguió en modalidad individual, y en Río 2016 en dobles junto a Marc López. Su palmarés lo completan, entre otros, 34 títulos de Masters 1000 (destacan los once de Montecarlo y los nueve de Roma), 20 ATP 500 (once de ellos en el Conde de Godó) y 197 semanas como número uno del mundo.

Si Pau Gasol hubiese ganado doce anillos en la NBA, Fernando Alonso hubiese logrado ganar doce veces el Gran Premio de Mónaco o Severiano Ballesteros hubiese conseguido el mismo Major en doce ocasiones, podríamos discutir sobre quién es el mejor deportista español de la historia. Pero los números no mienten, y el palmarés de Nadal no tiene comparación. Quizá en deportes minoritarios se hayan dado casos de dominio similares, pero solo Marc Márquez, si sigue encadenando títulos de MotoGP, podrá estar cerca del balear. Ángel Nieto fue 12+1 veces campeón del mundo de motociclismo, pero no en la categoría reina. Realmente, cuesta encontrar con quién comparar a Nadal.

Aun así, por si fuera poco, más allá de los números, el manacorí es un ejemplo de constancia e insistencia. Es un espejo en el que mirarse, una máquina de competir. Refleja los valores del deporte como nadie, sin ser el más talentoso, pero con un hambre de ganar insaciable. Caerá mal o bien, gustará o no, pero que Rafa Nadal es el mejor deportista español de la historia es un hecho innegable.