La temporada de golf de 2021 fue especial por muchos motivos, pero en especial para nosotros por el excelso papel de Jon Rahm, que recuperó el primer puesto del ránking mundial, no sin dificultades.

Hace más de dos años, un enemigo internacional sacudió el mundo. Un tipo de coronavirus descubierto por primera vez en Wuhan -como ya todos sabréis-, y de origen aún desconocido, que ha arrebatado los sueños de muchos. En el caso de Jon Rahm, no solo le obligó a retirarse de un torneo que lideraba, sino que le dejó sin opción de disputar la competición más especial: los Juegos Olímpicos.

En mayo, en el primer major del año, Rahm logró estar entre los mejores, terminando quinto en el Masters de Augusta. También continuó con sus buenos resultados en el siguiente major, el PGA Championship, donde se aseguró una plaza en el top 10, terminando concretamente en el octavo puesto.

Entre finales de mayo y principios de junio se disputó el Memorial Tournament, torneo que el vasco ganó en 2020 y que le hizo alcanzar por primera vez el número uno. Caminaba hacia una nueva victoria, cuando de pronto, marchando líder tras tres jornadas, con seis golpes de ventaja, una mala noticia dio con todo al traste en el green del hoyo 18: había dado positivo en covid. Miembros de la organización le comunicaron que debía retirarse de inmediato, dando por finalizado su recorrido en el Memorial.

Tras unos días en cuarentena y con el tiempo justo, Rahm pudo presentarse al US Open, el tercer major del año. El torneo se jugó en Torrey Pines, California, un campo muy especial para él. Con más ganas que nunca, superado el infortunio del Memorial Tournament, llegó a la decisiva y última jornada tres golpes por detrás de los líderes. Desde el primer minuto, nadie podía quitar su mirada de cada golpe. Rahm comenzó a remontar y concluyó su recorrido con sendos birdies en el 17 y el 18. El vasco consiguió el liderato del torneo; sin embargo, Oosthuizen aún tenía una oportunidad para arrebatarle el primer puesto. El sudafricano perdió gran parte de sus opciones en el hoyo 17, con un bogey; e intentó un eagle desde la calle en el 18: era prácticamente imposible, pero también era su única opción. Falló. Jon Rahm era el nuevo campeón y lograba un título histórico no solo para él, sino también para su país, ya que era el primer español en ganar el US Open, algo que no consiguió el otro número 1 español, Severiano Ballesteros. El de Barrika, además, se aupó con este resultado de nuevo a lo más alto del golf mundial, y aún mantiene ese nº1.

A finales de julio, la mayor parte de los deportistas más destacados del mundo se preparaban para los Juegos Olímpicos, entre ellos, el golfista vasco, que, cómo no, había sido convocado para representar a España. Acabando de pasar la enfermedad, nadie esperaba que Jon Rahm pudiera volver a dar positivo, pero así de caprichoso es el destino. El golfista vasco no pudo acudir a la competición, que se disputó un mes y medio después del Memorial Tournament. Un test confirmó que, por segunda vez, tenía covid, impidiéndole así acudir a Tokio y siendo sustituido por su compañero Jorge Campillo.

Tras llevar el peso de Europa en la Ryder Cup y decepcionantes actuaciones en el Open de España y el Masters de Golf de Andalucía, decidió parar. «La mente no daba para más», aseguró. Sin parar desde el verano de 2020, ya que los grandes se disputaron en otoño y se encadenaron prácticamente con los del 2021, Rahm decidió colgar los palos por un par de meses, para defender su número uno en este 2022.